Si nuestro equipo venía con Windows 7 ya instalado y no nos traía ningún DVD, es muy recomendable tenerlo. Para crearnos uno haremos lo siguiente:
Metemos en nuestra unidad grabadora un DVD virgen y procederemos de la siguiente forma:
Abrimos inicio y escribiremos el comando recdisc y pulsamos la tecla Enter.
Se nos abrirá una ventana:
Le damos a crear un disco de reparación del sistema.
Seleccionamos Crear disco.
Cuando haya finalizado la grabación guardaremos el DVD de reparación en lugar seguro.
Ahora sólo tendremos que usarlo cada vez que el sistema operativo nos de problemas serios.
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